DIARIO DE VIAJE: MONTE VESUBIO

Después de nuestra caminata por Pompeya era hora de seguir caminando, bueno la verdad tendríamos un descanso por unos minutos en un bus que tomamos frente a la estación de tren “el tranvía Vesubio” este nos llevaría al imponente Monte Vesubio. El recorrido nos costó 8 euros ida y vuelta, toca pagarlos inmediatamente y ser muy puntuales con el horario de regreso, habíamos leído de experiencias desagradables si se llegaba tarde, pero bueno era un riesgo que estábamos dispuestos a asumir para vivir la experiencia.

Después de casi una hora nos dejó muy cerca de la cima en teoría 10 minutos subiendo, apenas nos bajamos del bus se sintió el clima del invierno y el aire era un poco más denso, iniciamos nuestra caminata ya que no queríamos perder el bus de regreso, el conductor un italiano un poco tosco ya no los había advertido.

Al borde del camino a un lado se veía como el hielo cubría el monte y al otro una impresionante vista de Nápoles que nos daría fuerza en el recorrido. A los 5 minutos la primera vez que nos faltaba la respiración la altura se hacía sentir pero las ganas de llegar a la cima y de regresar en el mismo bus eran más fuertes, seguíamos caminando y de ser necesario seguro habríamos gateado para llegar, afortunadamente no fue necesario llegamos caminando sin aire, pero caminando. El Aire regreso a nuestros pulmones en cuanto vimos un humo y nos acercamos al gran cráter. Con la sorpresa se nos olvidó, el ahogo y el cansancio, era increíble estar en ese punto, en la cima de este gigante imponente que había acabado con la ciudad que hace unas pocas horas recorríamos, aun esta vivo y se siente cada latido, la ida vale la pena all 100% tuvimos tiempo para disfrutar de la cima y su vista, además arriba hay una tienda donde te puedes recompensar con vino, agua o cerveza.

La bajada fue muy fácil y prácticamente la realizamos corriendo por la felicidad de la experiencia y para evitar que el bus nos dejara. Llegamos con tiempo entramos a una tienda de recuerdos por nuestro imán característico esta vez hecho de piedra volcánica y ya estábamos listos para el regreso y nuestro siguiente destino.